miércoles, 22 de diciembre de 2010

El plan a largo plazo para obtener ¡el descanso que mereces!



Hola!

En posts anteriores, les había platicado de algunas medidas a tomar para recuperarnos de forma rápida de desveladas y períodos cortos en los que no hemos logrado descansar lo necesario para sentirnos bien. Ahora les voy a platicar de algunos puntos que van enfocados más al largo plazo y que ayudan a que obtengamos el descanso que necesitamos.

Recordemos que un buen descanso no es accidental. A menos que se trate del descanso de un bebé, somos responsables de nuestro bienestar y de obtener todo el sueño que necesitamos para funcionar de forma óptima durante el día.  Una vez que ya seguimos los tips del post anterior, podremos tomar con seriedad este tema y asegurarnos de analizar qué tan efectivas que pueden ser las medidas que tomemos.

  • Analiza tus necesidades de descanso. Todas las personas somos diferentes. Existen personas que requieren dormir durante 7 horas para despertar felices todas las mañanas; y si por pereza llegan a dormir 8 ó 9 horas, pueden llegar a sentir algún malestar físico. 
  • ¿Despiertas sin asistencia del despertador o te es indispensable para levantarte todas las mañanas? No hay nada como abrir los ojos por las mañanas sin tener que pasar por el susto que te provoca el despertador. Para conseguirlo pueden existir varias técnicas, pero la mejor es ir a la cama 15 minutos antes durante varios días; de esta manera, no sufrirás tanto al despertarte y llegará el momento en que abras los ojos un par de minutos antes de que suene la alarma.
  • La rutina funciona igual que cuando éramos niños, con la única ventaja que ahora tú escoges las reglas que mejor te funcionen. Puede ser que te funcione leer algo 15 minutos antes de dormir, no tomar café por la tarde o no hacer ejercicios pesados antes de acostarte. Lo importante es conseguir una rutina y procurar seguirla lo más posible. En caso de requerir cambios, siempre será mejor hacer uno a la vez.
  • Anticípate a los períodos de vigilia. Claro que esto aplica siempre que no se trate de alguna emergencia o imprevisto. Si sabes desde antes que acudirás a cierto evento que te hará dormir tarde, pues qué mejor y aprovechas para tomar una pequeña siesta antes del evento. Si no te es posible, quizás puedas programarte para ir a la cama un poco más temprano el día siguiente.
Lo importante es darte cuenta que sentirte como zombie todos los días no es normal, que puedes amanecer todos los días descansado y de buen humor sin tener que pelear con el despertador. Espero que estos consejos os sean útiles como a mí.

¡Hasta pronto!

Fuente: Lifehacker

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