Ha pasado el tiempo y sigo pensando en la utilidad de estas fundas que nos simplifican la vida; ya que por más que nos esmeremos en cuidar nuestros sofás, no faltará cualquier derrame o mancha producido por alguna visita o por nosotr@s mism@s en un descuido.
Y pensar en retapizar el sofá a veces sale un poco caro, así que después de analizar costos y beneficios, yo he optado por las fundas de sofá que pueden venir en varios materiales y colores que se pueden adaptar a cualquier tipo de decoración.
De esta manera se consiguen disimular las pequeñas (o grandes) manchas y además cambiar el color de nuestros sofás sin gastar tanto.
Investigando aquí y allá, encontré que existen varios métodos de sujeción para evitar que se deslicen sobre el sofá. Las hay de lazo, también se fabrican con likra para asegurar que se adapte al mueble y se fije en su lugar.
En todas las marcas encontrarás las fundas de sofá para 1, 2 y 3 plazas. Además, en algunos modelos, puedes encontrar las fundas para sillas del comedor que combinen con la funda sofá del living.
Incluso si eres de las pocas que cuentan son sofás súper pulcros, siempre es una buena idea tener alguna para cuando quieras cambiar la decoración.
¡Hasta la vista!
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