martes, 19 de abril de 2011

Almohadas a la carta

A menudo sufrimos de dolor de espalda, cervicales o incluso de cabeza porque no descansamos bien o no utilizamos los elementos más adecuados para nuestro descanso. Hoy queremos hablaros de la importancia que tiene escoger una almohada adecuada y que debemos tener en cuenta para adquirirla.

La almohada es el elemento en el que recae el peso de nuestra cabeza mientras dormimos, si escogemos una almohada inadecuada forzaremos la inclinación de la columna pudiendo llegar a generar lesiones en el cuello y la columna. Por ello en el momento de cambiar de almohada deberemos tener en cuenta:

1. Posición en la que dormimos. La posición que tomamos durante nuestro descanso es importante para determinar el nivel de firmeza de la almohada, es decir la altura y el soporte de la almohada en sí.
  • Para quienes duermen boca arriba una firmeza baja o media-baja es ideal, siempre teniendo en cuenta la constitución de cada uno. De lo contrario, dormir sin almohada podría provocar hiper-extensión en el cuello.

  • Para aquellos que duermen boca abajo es necesario utilizar una almohada de firmeza alta o media-alta, dependiendo siempre de la constitución de cada uno.
  • Para los que duermen de lado es aconsejable una almohada de firmeza media, media-alta. Es la posición más adecuada siempre y cuando tomemos una posición anatómicamente correcta flexionando la cadera y las rodillas del lado hacia el que se gira el cuello para apoyar la cabeza.

2. Constitución corporal que tenemos. Cuando hablamos de escoger una almohada con una firmeza u otra debemos tener en cuenta la constitución que tenemos, no es lo mismo una mujer de estatura media (1,60 m.) que un hombre de altura media. Sobretodo es imprescindible valorar si somos de espalda ancha o estrecha y la distancia de ángulo que existe entre los hombros y la cabeza.


3. Material de confección de la almohada. De la misma manera que la posición en que dormimos y la constitución que tenemos determinaran la comodidad que nos aportará una almohada, el tejido que la compone nos aportará la sensación definitiva para conseguir un descanso impecable.

Los tejidos más comunes son la fibra, el látex, visco elástica y la pluma. Los tres primeros constituyes la mayor parte de almohadas del mercado.


  • Las almohadas fabricadas con tejido de fibra son las más habituales, se caracterizan por ofrecer la máxima suavidad al tacto, esponjosidad y capacidad de recuperación.
  • Las almohadas de látex están fabricadas normalmente, con materiales naturales permitiendo una gran capacidad de adaptación y flexibilidad.
  • Las almohadas viscoelasticas o Memory Foam están fabricadas con núcleo de poliuretano de alta densidad totalmente ergonómico que alivia y previene problemas de cervicales y cuello.

A continuación os dejo un cuadro donde encontrareis la almohada ideal según la posición en cómo se duerme y la constitución de cada uno.

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