Hola de nuevo,
Hoy les voy a platicar sobre la funda de almohada. En un post anterior publiqué sobre la historia de la almohada, ahora me voy a enfocar un poco más sobre la protección que necesitamos en el día a día al dormir.
A veces no la tomamos muy en cuenta y en ocasiones se queda la misma funda durante semanas; nada más dañino tanto para la salud de nuestro aparato respiratorio, como para la calidad de nuestra piel.
Podemos tener la almohada más cara, fabricada con la tecnología más reciente y que nos protege de todo elemento dañino en el ambiente; pero si no contamos con una buena funda de almohada y nos aseguramos de cambiarla frecuentemente, los beneficios no serán tan notorios.
Recordemos que la funda de la almohada es lo que se encuentra en contacto con nuestra piel la mayor parte del tiempo que pasamos en la cama. Así que quizás sea una buena idea tomarlo en cuenta para mejorar la calidad de nuestra piel y evitar posibles afecciones.
Entre los tipos de fundas de almohada las podemos encontrar fabricadas en distintos materiales, aunque el algodón se encuentra presente en gran parte de ellas; también las puedes encontrar de seda o de algún material ultra-suave, que según los expertos, previenen las líneas de expresión en el rostro.
La tecnología espacial también se hace presente en las fundas para almohadas, ya que algunas son fabricadas con propiedades termo-reguladoras para garantizar un buen descanso. También existen fundas anti-estrés que favorecen la relajación y el buen dormir.
Sin importar la que escojas, recuerda cambiarlas frecuentemente.
Hasta pronto!
Imagen: Velfont
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