Entre fiestas en el trabajo y la escuela, se nos va el tiempo y de repente ya tenemos la fiesta encima.
Los preparativos para la navidad pueden variar dependiendo de los planes que se tengan para esas fechas y de los miembros de la familia. No es lo mismo planear un viaje a la playa para esas fechas (en donde lo más que nos preocupará es el bañador y el bronceador), a planificar la cena de toda la familia incluyendo abuelos y niños pequeños.
Entre que decidimos si instalamos el belén o árbol, o los dos, debemos cuidar nuestro presupuesto. Tomemos en cuenta que generalmente tenemos el compromiso de hacer varios regalos y al llegar los estados de cuenta de las tarjetas de crédito en enero podríamos llevarnos una sorpresita.
Además, las festividades que incluyen la celebración de varias fiestas y que prácticamente terminan hasta enero, pueden provocar un daño considerable a nuestra figura!
Otro aspecto de la navidad es la preparación anímica que necesitamos para sobrevivir a las fiestas. Porque va a resultar de repente que nos reunimos con familiares que no vemos desde el año anterior; y muchas veces esto puede ser de lo más agotador.
Por último, recordemos que lo importante es compartir con nuestros seres queridos y celebrar la Natividad.
Imagen: Ayuntamiento de Valencia tomada por Alberto Ceballos
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