La depresión de invierno, ¿verdad o mito?

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Ahora que estamos a mitad del invierno me he encontrado con información sobre este padecimiento llamado Transtorno Afectivo Estacional, que también es conocido como depresión de invierno o SAD por sus siglas en inglés. Este transtorno es padecido en mayor proporción por mujeres y puede presentarse a partir de la adolescencia hasta la edad adulta.

Aunque parezca como una excelente excusa para no ir a trabajar y tomarse unos días de descanso, los médicos han realizado estudios de esta enfermedad desde hace más de 20 años, para explicar los síntomas depresivos de la enfermedad. Muchas personas pueden comenzar con los síntomas desde fines de otoño y mantenerlos durante todo el invierno.

Los síntomas del transtorno afectivo estacional son variados y no necesariamente se presentan todos al mismo tiempo, pero podemos destacar:

• Cambios en los hábitos del sueño. Quienes padecen este transtorno suelen dormir más y/o tener somnolencia durante el día.
• Cambios en el estado de ánimo. Principalmente irritabilidad y tristeza. Aunque cualquier sentimiento relacionado con la baja autoestima puede presentarse en estos períodos.
• Falta de energía, incluso sin haber realizado actividades extenuantes.
• Las personas comienzan a divagar y a perder la capacidad para completar tareas. Además, dejan de disfrutar actividades que generalmente serían de su agrado.
• Cambios en la forma de alimentarse. Es común que las personas aumenten de peso debido a que sienten la necesidad de consumir alimentos con mayor contenido de carbohidratos.
• Las actividades sociales pierden importancia.

En realidad, todavía se desconoce a ciencia cierta el origen de esta enfermedad, los expertos creen que está relacionada con la disminución de la luz solar durante otoño e invierno, y con desequilibrios hormonales que incluyen la serotonina y melatonina. La luz solar juega un papel determinante para que el cerebro produzca dichas hormonas.

• La melatonina se relaciona con el sueño y se produce en cantidades mayores cuando los días son más cortos o hay oscuridad. 
• La serotonina es un inhibidor de los síntomas de la depresión y aumenta la sensación de bienestar general y estado de ánimo.

Dentro de los tratamientos utilizados se encuentran:

•  Terapia de luz. Es la más accesible y no tiene efectos adversos. La terapia puede consistir en exponerse a la luz brillante de una lámpara por períodos de 30 minutos a una hora. Aunque otra opción puede ser tomar caminatas durante el día. Si es necesario estar en casa, lo importante es abrir puertas y ventanas, de manera que la luz del día y el aire fresco entren a nuestro hogar.
• Medicamentos antidepresivos prescritos por especialistas.
• Terapia psicológica.

Imagen: Adam Ziaja